¿Y por qué tanto silencio?

He llegado a la conclusión de que esto de "la nueva normalidad" tiene todo que ver con que últimamente escriba tan poco en el blog. Es obvio que trabajar desde casa le cambia a uno completamente la rutina. Y entre los efectos de este cambio, hay muchas cosas buenas y muchas malas. Para el blog, tocaron malas.

Cuando tenía que ir todos los días a la universidad, yo tenía cierta rutina. Alguna vez mencioné lo que implica el proceso de puesta en marcha y entrada en calor del cerebro de un programador (inspirado en este excelente artículo). La pandemia rompió eso (entre muuuchas otras cosas más importantes, obvio).

Yo vivo a unos 25km de la universidad, lo cual implicaba un pequeño viajecito de 40min todas las mañanas. Solía despertarme y salir bastante derecho, para desayunar allá, porque así combinaba el tiempo de desayuno con mi proceso de puesta en marcha mental. La cafetería me parecía un lugar muy piola para esto. Es un lugar neutral, ya que no es todavía la oficina, y a la mañana temprano solía tener poca gente, por lo cual el ruido ambiente era el justo como para ver algo de movimiento y una mínima socialización, pero sin que me impida enfrascarme en mis ideas de ser necesario. 

En ese contexto, es donde comenzaba el día lentamente y entrando en calor con actividades que no eran las tediosas y/u obligatorias, sino las que hacía porque quería; como trabajar un poco en cosas nuevas de ZinjaI o PSeInt, o escribir un post para este blog. La mayoría de los posts fueron escritos durante algún desayuno en la cafetería.

Una idea para un post puede surgir en cualquier momento. Cuando surge, genero un borrador oculto en el blog donde dejo un título, o un par de lineas, para luego acordarme por dónde iba la cosa. Pero, desarrollarla, escribirla, revisarla 10 veces, y todo eso, es algo que hacía otro día (o varios otros) mientras tomaba un café.

Lo que perdí con la pandemia es ese proceso de booteo. Sigo necesitando un proceso, pero en casa se ejecuta distinto. Me tomo mi café a la mañana, pero ya no hay dos ambientes como para separar ese relax inicial antes del trabajo. De hecho, ya no se separa mucho el trabajo de casi ninguna otra cosa. Estando en casa, puedo hacer cosas como cortar un rato para salir a hacer ejercicio, pasear al perro, cortar el pasto, hacer un trámite, intentar cocinar, etc. Cosas que antes, teniendo 40min entre trabajo y casa eran impensables.

Nunca es fácil trabajar desde casa con tantas distracciones.

(¿Mi primer comic original? Podría ser peor...)

Entonces, entre las cosas buenas de esta nueva normalidad, está por ejemplo que puedo hacer más ejercicio físico, o que ya no me separo de mi perro (aunque el hiper-apego que hemos desarrollado no va a ser bueno para ninguno de los dos cuando me toque volver a lo presencial; Como siga así, el perro va a ir a dar clases conmigo).

Pero por otro lado, de alguna manera, este alt+tab mental más frecuente y agresivo que permite el trabajo desde casa, a mi no me ayuda tanto. No soy de los que tienen la mayor disciplina para auto encasillarse en una rutina de horarios de trabajo razonables. Me entrego fácil a ese ida y vuelta; y así el tiempo ya no rinde lo mismo.

Sumando entonces que cambió ese momento de la mañana que más productivo le resultaba al blog, y que los "huecos" ahora se pueden llenar con otras actividades que antes no; el resultado es que se me van acumulando decenas de borradores con ideas de posts, y casi ninguno encuentra el tiempo para concretarse. 

Cuando termine de agarrarle la mano a esta situación, seguramente ya vamos a estar en la universidad en persona otra vez*.

*dado que publiqué esto mucho después de que escribí el primer borrador, ya casi puedo asegurar que la profecía se cumplió.