sábado, 25 de abril de 2020

Un volante virtual para GNU/Linux

En épocas de aislamiento obligatorio hay que invertir el tiempo libre en casa. No es que tenga más tiempo libre, solo que funciona distinto. Entre las cosas que empecé (o que volví) a hacer a cambio de las que temporalmente no puedo está jugar videojuegos. Tenía desde hace años una deuda pendiente con el fantástico Grand Prix 4 de Geoff Crammond. El problema fue que mi viejo joystick comenzó a fallar a mitad del campeonato. En un simulador, es muy importante que la entrada sea analógica; el teclado degrada mucho la experiencia. Y tenía que resolverlo sin salir de casa.