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No se me ocurre un buen título para esto, porque ni siquiera se exactamente de qué trata. Acabo de leer un post de Scott Meyers donde anuncia su retiro. Esta noticia disparó un montón de recuerdos y reflexiones de dudosa relación entre sí, que vengo a contarles como para cortar el silencio que se formó en este blog por las vacaciones.

Hace unos pocos días llegué a otro post muchísimo más viejo, de un desconocido como yo, contando que cuando tenía 14 años le había escrito al mismísimo John Carmack para pedirle consejos sobre cómo iniciarse en el mundo de la programación, y John se había tomado el trabajo de responderle con detalle y a consciencia. Me acuerdo que cuando era chico con un amigo quisimos escribirle a Bill Gates (perdón), pero tuvimos problemas para encontrar una dirección adecuada para el envío. Todavía tengo en algún lado un txt con un mensaje preparado bastante tonto y muy mal traducido al Inglés. Si volviera el tiempo atrás, preferiría escribirle a John, o tal vez a Torvalds, o a Stallman, o tantos otros que o quien sabe.

John Carmack, el genio detrás de la tecnología de Doom y Quake. Ahora detrás de Oculus.

Ahora, muchos años después y con la Internet literalmente al alcance de la mano, tenemos infinitas fuentes de información para aprender, o para mejorar, y múltiples formas de contactarnos, o de acceder a otras personas. Durante los últimos años, después de recibirme, aprendí a aprovechar mejor estas fuentes para mantenerme al día y de a poco perfeccionarme en lo que más me interesa. En lo que hace a programación en general y C++ en particular, las grandes conferencias internacionales sobre el tema, donde cada año se reúnen los popes, como CppCon, CppNow, MeetingCpp, NDC o Going Native por nombrar algunas preferidas, han sido mi principal fuente. Y a través de ellas conocí, de forma virtual y unidireccional, a unos cuantos realmente grandes programadores y/o divulgadores.

Por dar un ejemplo, tengo en la notebook en la que escribo esto 66Gb de videos de charlas sobre C++ y programación, más de 200 charlas que provienen de unas 20 conferencias diferentes. No vi todo, hay mucho bajado y pendiente, y mucho que tal vez nunca llegue a ver. Pero aprendí de a poco a identificar a los disertantes más útiles o interesantes, y cada vez que luego de una conferencia se suben los videos a la red, son los primeros que miro. Scott Meyers es uno de estos (otros recomendables son Stroustroup, Sutter, Carruth, Lavavej, et. al.). Por favor, si les gusta C++ y no lo conocen, busquen en youtube cualquiera de sus charlas, y véanla. No solo están llenas de contenidos técnicos de alto nivel, y trucos geniales, sino que además este tipo en particular es muy gracioso e increíblemente bueno para hacerse entender. Tiene un don para analizar y simplificar todas las complejidades de la letra chica del estándar y sus casos particulares.

Este es Scott Meyers en la Going Native 2013... ¿no les recuerda a He-Man?

No es casualidad que sean tan interesantes técnicamente. Fue uno de los primeros que se dedicaron a enseñar y difundir C++, allá por principios de los 90, cuando ni siquiera había un estándar (como mucho el ARM). Y durante 25 años se mantuvo en la cresta de la hola, publicando libros alucinantes y todo tipo de artículos, disertando, enseñando y asesorando por todo el mundo, respondiendo preguntas difíciles en stackoverflow, blogeando, etc.

Tal vez sea por todo esto que leer que se retiraba de la actividad me resultó una noticia triste. Porque es un personaje que envidio sanamente desde varios puntos de vista, no solo por el nivel técnico. Ojalá yo como docente pueda llegar a ser en mis clases al menos un 5% de lo divertido y claro que es este tipo en sus exposiciones. Pero bueno, él empezó con esto al final de su carrera de posgrado, y se fue perfeccionando durante muchísimos años. Comparativamente, yo acabo de empezar, tengo mucho por aprender sobre cómo enseñar.